Revelación I.
Explicación de "Hundimiento" (El complicado JMT)
El primer autor criticado por un algoritmo antes de que un humano se dignara siquiera a leerlo
El problema era simple: al autor le costaba terminar de entender lo que había cometido. Por eso, y por falta de una crítica que le diera una guía, por ser sus tristes hijos inéditos, se vio en la obligación de usar IA para requerir explicaciones. Como la máquina dijo cosas cuyo autor no compartía, la asistió en lo poco que entendía de la cuestión en cuestión. Hasta donde hemos leído, después de la consulta, se convirtió a sí mismo en el primer autor del siglo XXI, y probablemente de todos los tiempos, en ser criticado por máquina antes que por humano mismo, aunque con la nimia asistencia de la carne y del hueso. Aquí les traemos los resultados, sometidos a una insignificante revisión, que tienen el objetivo de esclarecer la interpretación primera del texto, sin detrimento de anular otras posibles lecturas, que igual debieran anularse, por prohibidas.
El poema parece narrar un proceso de revelación dolorosa, donde el hablante atraviesa una tormenta interior que destruye sus certezas y lo confronta con su propia fragilidad y mortalidad.
En los primeros cuatro versos, el poeta describe un instante de revelación violenta: el relámpago —“torrente sanguíneo de los truenos”— ilumina brevemente el caos del mar en el momento mismo de la destrucción de un barco hecho leña, —“los puños del mar que astillan leños” (el énfasis, al igual que las negritas, son de la IA. Lo que queremos decir es que nos hacemos cargo de esto.)—, metonimia del cuerpo del poeta.
Si el relámpago resulta de la descarga, la “electricidad” es su causa. Es el rayo, que, en el texto, no solo ilumina el paisaje, sino que revela interiormente, al yo lírico, su propio naufragio, su “devastación” en medio del mar de la existencia (como en el caso anterior y en los sucesivos, negritas son de la máquina).
La imagen es doble:
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Natural (el relámpago y el mar);
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Metafórica (el destello de conciencia que muestra la propia ruina)
La referencia al “retrato azul de mi zozobra” funciona como una fotografía simbólica: el relámpago actúa como el flash que congela un momento de dolor y autoconciencia en tonos azules que no suponen guiños modernistas sino que refieren al ambiente natural: color del mar y del relámpago nocturno.
Cuando el poema continúa con “Una anticipación de cianotipo”, retoma precisamente esa idea: el relámpago es ahora entendido como una imagen fotográfica en negativo, un cianotipo —una impresión azul del instante del desastre.
De este modo, el yo poético expresa el presentimiento de esa revelación (anticipación), sabiendo que el rayo —y por extensión la conciencia— dejará grabada en la memoria una huella indeleble de su naufragio, que en última instancia es la muerte. De allí la anticipación o presentimiento.
Los siguientes dos tercetos pueden simplificarse, para la lectura, del siguiente modo: "La fantasía de la noche roció una sonoridad que: i) agrietó el viento; ii) dibujó una cruz en el silencio; iii) hizo una expresión salobre en una fosa, expresión que es al mismo tiempo mofa (burla) y presagio del pasar del tiempo por el barrial de mi resto misérrimo". Dicho de otro modo, el escenario descripto en los primeros dos cuartetos, roció un sonido. Se trata del sonido del mar que viene cargado con esas partículas saladas que parecen estornudo. El sonido, entonces, agrietó el viento (y esto es algo que más se siente de lo que se explica, dice la señorita GPT. O es una forma de pensar al aire cargado de sonido y de mar). Ese sonido provocó una imagen visual de la muerte. Y, por último, y acá toma la palabra el autor, repite, el sonido del mar, que es un elemento natural y eterno, se burló de la muerte del poeta por adelantado.
Según los archivos del autor, el poema data de marzo de 2024. Nos dijo un poco antes de decidir publicarlo, que hacia fines del 24 o principios del 25, se encontró con un poema de Herrera y Reissig en la página 375 de la inmensa y absoluta biografía, La mejor de las fieras humanas. Vida de Julio Herrera y Reissig. El poema se llama “Otoño”, y lo había leído bastante antes, hacia inicios del 20, en la sección “Los éxtasis de la montaña”, de la Colección de Clásicos Uruguayos. Adelante nuestro nos señaló la página, que ahora se la señalamos también a ustedes: 40.
Tal vez por haberlo leído antes, aunque aún así es demasiado increíble, dado los años que median entre lectura y escritura, lo cierto es que hubo dos coincidencias infinitas. Una, textual y por eso evidente. Otra, de interpretación. “Y los búhos aciagos ululúan la mofa de un presagio insalubre”, recita el soñador, mientras que, el Complicado Joven, canta: “mofa y presagio del pasar del tiempo“. Alega, además, que la mofa de ese presagio es utilizada por Herrera en el mismo sentido que él la había utilizado: el de la burla de la muerte. Según el poeta, nunca pensó en “Otoño”. Peor aún: hasta el hallazgo o reencuentro, era un poema más del montón.
La cuestión es creer o reventar. Por lo menos acá no podemos dar la discusión que existió entre Herrera y Lugones. Pero si es cierto que este joven complicado no lo robó, que ni siquiera se acordaba de aquel poema, insignificante para todos menos para el propio Herrera y para Aldo, entonces hay que admitir algo más. Un instante místico. Él habla de reencarnación. Nosotros, no vamos tan lejos. Mapache, a quien el Complicado consultó sobre este punto, dijo que puede tratarse de una influencia. Y eso, es algo que nosotros tampoco podemos negar.
En todo caso, la pregunta es: ¿qué culpa tiene?
Revelación II.
Explicación de "¿Transformación?"
Hemos hecho un segundo intento con la máquina. Esta vez iremos sin preámbulos. Según Chat GPT, este poema habla de la imposibilidad de transformación del sujeto. Independientemente de las vueltas de la vida, uno siempre será el mismo. No importa las circunstancias que condicionen la personalidad o las acciones. Se trata de distintas facetas que yacen en potencia en uno mismo. Desde esta perspectiva, prosigue la Señorita, detrás de su tono sereno y naturalista, el poema encierra una reflexión amarga sobre la imposibilidad del cambio esencial en las personas, pese al paso del tiempo y las aparentes variaciones externas (algo que ya había dicho de otra manera al inicio). El chat hubiera seguido, y por lo tanto el análisis. Pero el número de consultas gratuitas llegó a su fin.

